Analizaremos
el caso de Libia...
Libia,
conformada por las antiguas regiones históricas de Tripolitania, Cirenaica y
Fezán, fue colonizada por Italia el 18 de octubre de 1912, bajo el Tratado de
Lausana que dejó en manos italianasm Tripolitania y Cirenaica, que fueron
unificadas en una sola colonia bajo el llamado Estatuto Libio. La prensa
italiana comenzó a presentar a Libia como la "Tierra Prometida"
que evitaría la emigración italiana transcontinental y aseguraría el futuro de
su población más pobre.
Desde
el punto de vista económico Libia representó muy poco para Italia y la
población local se enfrentó a la nueva potencia ocupante en una larga guerra de
guerrillas durante la cual el mando italiano realizó grandes masacres contra la
población civil.
El
21 de noviembre de 1949, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución
que indicaba que Libia debe ser independiente antes de enero 1 de 1952. Idris
representó Libia en las negociaciones de la ONU posteriores.
Libia
celebró su independencia el 24 de diciembre de 1951 bajo el reinado del primer
y único rey de Libia, Idris al-Sanusi.
El
1 de septiembre de 1969 un grupo de oficiales del Ejército, presidido por el
coronel Gaddafi, dio un golpe de Estado y el país se convirtió en la República
Árabe de Libia. En los años 70 Gadafi llamó a los musulmanes a combatir a
Estados Unidos y se hizo famoso por su nacionalismo, al punto de convertirse en
el enemigo N°1 de Washington. En 1977 recibió el nombre de Yamahiriya
Árabe Libia Popular Socialista y en 1986, Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular
Socialista. El Estado proclamaba tener un sistema de Gobierno directo,
donde el pueblo protagonizaba las tomas de decisiones mediante la participación
directa. Bajo su poder no hay Constitución ni
partidos políticos. Con Gadafi como líder, y gracias a su principal
riqueza, sus reservas de petróleo, Libia ha sido uno de los países más estables
de África. Una de sus primeras tareas fue fortalecer las Fuerzas
Armadas, aunque también destinó miles de millones de dólares en mejorar las
condiciones de vida, lo que le hizo popular entre los más
desfavorecidos. Gadafi también destinó montones de dinero a grandes
proyectos, como una planta de acero en la ciudad de Misrata y su proyecto del
río artificial, un plan para trasvasar agua de los pozos del desierto a las
comunidades costeras. Era respetado por muchos ciudadanos libios. Era un
personaje carismático con un toque popular que supo explotar la televisión, a
diferencia de otros líderes árabes.
En
2011 comenzó la mayor revuelta contra el régimen de Gadafi. Las protestas se
extendieron todo febrero especialmente en Bengasi, Misrata y
Trípoli. Ya el día 23, fuentes de la Corte Penal Internacional cifraron en
10.000 los muertos desde el inicio de las protestas. Y la ONU habló de
"genocidio" cuando aviones militares disparan contra los
manifestantes en Trípoli, la capital libia. A medida que el conflicto avanzó se
registró una avalancha de refugiados (100.000 personas) en las fronteras
con Túnez y Egipto. La tribu más grande e importante del país son los
Warfallah, con un millón de personas, quienes han cumplido un rol clave en las
manifestaciones. Desde que comenzaron las revueltas, los manifestantes tomaron
varias ciudades del oeste de Libia y cercaron la influencia de Gadafi sólo a
Trípoli. Durante las revueltas populares en Libia, el gobierno de Gadafi
censuró el uso de redes sociales como Twitter y Facebook,
además, cortó internet. Además, el ingreso de periodistas occidentales estuvo
prohibido. A comienzos de marzo, la Corte Penal Internacional anunció que
investigaría a Gadafi y a otros miembros de su régimen por presuntos crímenes
de guerra y lesa humanidad. Esto, mientras el líder libio resistió en Trípoli y
amenaza con "miles de muertos" si EEUU o la OTAN entraban en
Libia. El 17 de marzo finalmente, la ONU autoriza una
intervención militar en Libia. El conflicto en Libia ha golpeado
fuertemente el mercado petrolero en el mundo. Es así como el precio de las
gasolinas ha aumentado debido a la volatilidad en el precio del petróleo.
En
este contexto fue capturado y asesinado Muammar Gadafi, marcando el fin de
un régimen que convirtió a Libia en un paria internacional
y que dirigió al país petrolero
con el capricho y la brutalidad de su líder que era aparatosamente
excéntrico, como lo publicó The Associated Press.
Libia
ingresó en una nueva era, pero la turbulencia persiste. Ningún proceso
artificialmente democrático ha sido capaz de resolver durante
los últimos tres años. Según algunos observadores, actúan en el país 160.000
miembros de milicias armadas, a los que el gobierno de Trípoli paga 1.000
dólares mensuales para "mantener el orden".